La digitalización de la sociedad condiciona todos los procesos que nos rodean. Desde el acceso al mercado laboral, la sanidad y la gestión con las administraciones públicas hasta el ocio y las relaciones sociales. Una (r)evolución tecnológica que obliga a actualizar de forma constante nuestro conocimiento, así como al aprendizaje del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para evitar diferencias significativas en todos los ámbitos de la vida. En las personas consideradas en situación de exclusión social, tanto el acceso a la tecnología como su uso se convierten, en muchas ocasiones, en una barrera añadida. Para evitar esta desigualdad, Patim y el Ayuntamiento de Castellón han puesto en marcha una nueva edición de las Aulas TIC.

Las clases en el aula de informática del centro de día de Patim ya han empezado. El programa está estructurado bajo dos ejes básicos y complementarios: la capacitación en nuevas tecnologías y el libre acceso a los recursos informáticos necesarios. Cada semana se imparten talleres específicos dirigidos a la población específica. Dependiendo del nivel, un 25% de las clases se destinan a acciones de orientación sociolaboral. El programa se inició en abril y continuará hasta el mes de febrero de 2024.

“Hemos podido constatar cómo esta necesidad es aún más acuciante en un importante sector de la población, que manifiestan su falta de formación en nuevas tecnologías normalmente por carecer de recursos para poder acceder a las mismas, pero también hay muchas personas que se han visto superadas por este proceso y demandan una alfabetización digital para, simplemente, buscar un trabajo, moverse en portales digitales o entregar un currículum”, explica la técnica de empleo de Patim, Luisa Arenós.