
Hablar del problema y salvar el aislamiento es la primera medida para aliviar a la persona que piense en el suicidio. No hay que juzgar, escandalizarse o frivolizar. Si conoces a alguien en esta delicada situación hay que escuchar, no dejarlo solo. Muestra empatía y propón ayuda profesional. "Para atender a personas con ideas suicidas, tenemos que actuar sobre los factores de protección y así poder dar diferentes soluciones para engancharse a la vida." plantean desde la Asociación la Barandilla.