El juego reclama cada día más atención en los centros de día de adicciones. En los últimos años, el porcentaje de casos ha avanzado de forma continuada hasta convertirse en una de las principales causas por las que se demanda tratamiento ambulatorio. Las apuestas deportivas y las máquinas tragaperras están detrás de ocho de cada diez personas que acuden a Patim para abordar una conducta de abuso de juego.

Su perfil requiere un programa específico adaptado a la particularidad de este tipo de adicción que difiere en algunos aspectos de las tóxicas. Uno de los rasgos principales que marca diferencias es que hay un número elevado de pacientes que se encuentran activos laboralmente, con los que sería muy complicado su internamiento en un recurso de tipo residencial como es la comunidad terapéutica. Al analizar con más detalle el perfil, se advierte que la presencia de hombres es mayoritaria, con una media de edad en torno a los 38 años y estudios secundarios. “Podemos decir que en este momento conviven dos tipologías de usuarios en cuanto a las adicciones sin sustancia, quienes se acercan a nosotros para abordar un problema relacionado con las máquinas tipo B, el que durante años ha sido el paciente clásico del juego, y quienes apuestan en salones de juego o por internet, que cada día son más frecuentes y donde es frecuente encontrar gente más joven”, detalla el responsable del centro de día, Ariel de Lucas. El equilibrio entre estos dos perfiles se mantiene por el momento, ya que cada grupo representa el 39% de los pacientes atendidos en este centro.

Dentro de este programa de Patim especializado en juego patológico y otras adicciones no tóxicas -financiado a cargo del IRPF autonómico- sigue aumentando la heterogeneidad de conductas adictivas sin sustancia que están empezando a demandar tratamiento: sexo, videojuegos, inversiones en bolsa, etc. Por otro lado, el número de familias se ha incrementado respecto al 2019, así como las personas que han solicitado orientación y asesoramiento durante y después del confinamiento.