El número de personas con un problema por adicción al juego sigue avanzando. Son la principal causa de intervención en el centro de día de Patim (36%), seguida por el cannabis (26%) y la cocaína (25%). Y por primera vez, la demanda de tratamiento del juego on line (42%) ha superado a las máquinas tipo B (38%), según los datos recogidos en el último año por la entidad castellonense.
El perfil general de esta tipología de pacientes es el de un hombre de 41 años, casado, con estudios secundarios completos y con trabajo. El 53% se encuentran activos laboralmente, lo que pone en evidencia la elevada compatibilidad del trabajo con el abuso del juego. En cuanto a la formación, del total de casos atendidos el 46% han finalizado la segunda etapa de formación secundaria o tienen estudios universitarios. Uno de cada tres pacientes atendidos tiene más de 30 años.
Para ampliar las respuestas que están ofreciendo las entidades sociales, la Estrategia Nacional sobre Adicciones ha incorporado acciones específicas sobre el juego. Azucena Martí, la Delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, ha explicado que una de las principales líneas de actuación en el ámbito de la prevención es que “se están seleccionando programas con evidencia científica sobre el juego para su promoción en todo el estado”. Martí ha recibido hoy en este acto la insignia de Patim por su trayectoria profesional.
Estatuto de los trabajadores y adiccionesOtro de los temas sobre los que se ha hecho especial hincapié es la necesidad de modificar la legislación laboral frente a las adicciones. En este sentido, el catedrático de derecho del trabajo y seguridad social de la Universidad de Jaén, Cristóbal Molina, afirma que en el mundo laboral, la mayor parte del tratamiento de las adicciones es de “carácter disciplinario” en los convenios laborales y aboga por un cambio integral de esta normativa. “La empresa tiene que dar oportunidades porque el trabajo es un factor de riesgo pero también de protección para las personas vulnerables, siempre que se afronte de forma adecuada (…) porque si reducimos los factores previos se reduce la prevalencia del consumo”, advierte. Molina lamenta que la regulación laboral no se haya contagiado de los cambios que se han introducido en la legislación sobre consumo, construyendo sus respuestas desde el ámbito de la salud pública y los derechos humanos. “Eliminar la criminalización en el ámbito laboral debería ser un objetivo de esta legislatura”, insiste.
El presidente de Patim, Francisco López y Segarra, ha remarcado la necesidad de modificar el estatuto de los trabajadores para que las adicciones no sean una causa de despido sino de tratamiento, como cualquier otra enfermedad. “La tecnología es un elemento preocupante porque si los jóvenes que ya tienen un uso problemático van a empresas digitalizadas hay que establecer políticas de usos razonables para que sus vidas profesionales y personales no se vean amenazadas”, puntualiza. López y Segarra ha reiterado que es una “obligación de toda la sociedad” proteger a los menores frente al abuso de las nuevas tecnologías. “Tenemos que revisar lo que estamos haciendo en prevención porque creo que no estamos logrando los objetivos que nos habíamos marcado hace treinta años con las adicciones con sustancia y es muy probable que volvamos a repetir los mismo errores – asegura- con el aliciente añadido que la publicidad tan agresiva sobre el juego que nos rodea continuamente está invitando a un uso o abuso del juego a personas que todavía no son capaces de calcular los riesgos que conlleva”.
A pesar de que los casos de juego continúan aumentando, al sumar los datos recogidos por todos los centros de Patim –comunidad terapéutica, centro de día y tres pisos o viviendas de inserción- la cocaína se mantiene con la causa principal de tratamiento (38%), aunque las adicciones sin sustancia (juego) se afianzan detrás y representan el 28,6% del total de casos atendidos. A continuación se sitúa el cannabis (18,5%). “Además de todos estos datos nos preocupa que tras 4 años vuelven a aparecer casos de heroína (3%) en centro de día ya que hasta ahora aparecía siempre asociada al consumo de cocaína”, advierte la coordinadora de programas de Patim, Inmaculada Galmés. En la comunidad terapéutica –centro residencial- la cocaína representa el principal problema para el 38% de los casos, seguida por alcohol (25%) y no toxicas que siguen la progresión que ya marcamos el año anterior alcanzando un 16%. (+6%)“
Patim ha atendido a 1737 personas y 125 familias en el último año. Se ha registrado un aumento de casos en el área asistencial (+51% respecto al 2017) y en Integración Sociolaboral (+72%). La entidad ha desarrollado 25 programas distintos en 2018, principalmente dirigidos a personas con adicciones tóxicas y no tóxicas, VIH, familias y mujeres con adicciones (52%), pero un porcentaje importante del total (48%) están dirigidos a otros colectivos específicos como jóvenes y parados de larga duración. “Un 35% de los programas no han recibido ningún tipo de financiación para su desarrollo pero ha alcanzado a una población de 752 personas, lo que supone un 44% de las personas atendidas”, concluye la coordinadora de Programas.
En cuanto a los programas de tratamiento en conductas violentas y de educación de nuevas masculinidades, que se realizan dentro de los centros penitenciarios de Castellón, el perfil es el de un hombre, mayor de 26 años, separado o divorciado, con hijos, que ha finalizado estudios primarios, ha sido consumidor de cocaína y alcohol y se inició en el consumo hacia los 15 años.
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