Los datos del último informe sobre la pobreza en España sitúan a la Comunidad Valenciana como la octava autonomía donde más ha crecido la pobreza y la exclusión entre 2008 y 2016. El 30,5% de la población de la Comunidad Valenciana -1.512.790 personas- viven con menos de 684 euros al mes, por debajo del umbral de la pobreza. Una situación a la que se enfrenta el 60% de la población atendida por Patim. “Suelen ser los primeros que notan la crisis y los últimos en salir de ella”, explica el presidente de Patim.

Basta con analizar los datos sobre consumo que aporta el informe publicado por EAPN para reflejar con precisión los problemas cotidianos de muchas familias y personas en tratamiento a las que atiende Patim. El 2,9 % de la población no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada 2 días; el 20,2% no puede mantener la vivienda a temperatura adecuada; el 43,8 % de la población no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos; el 12,3% tiene retrasos en el pago de gastos del hogar o el 44,9% no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año, según detalla el estudio que utiliza el indicador AROPE (At Risk Of Poverty and/or Exclusion) propuesto por la Unión Europea para medir el riesgo de pobreza y exclusión.

El presidente de Patim, Francisco López y Segarra, advierte que la pobreza y la falta de recursos son dos de los problemas estructurales que están condicionando la intervención con las personas que tienen un problema de adicciones en los últimos seis años. “El endeudamiento o las severas dificultades económicas generan un triple efecto en la población que atendemos: en las familias provoca agotamiento; en las personas con un problema de ludopatía supone un riesgo añadido porque pueden de interpretar que el juego es una solución y, por último, en aquellos casos que consumen sustancias tóxicas –legales o ilegales- pueden acentuar sus situaciones fuera de la legalidad”, añade.

El informe de EAPN pone de manifiesto que existe un nuevo perfil de trabajadores pobres, personas que tienen uno o varios empleos tan precarios o mal remunerados que no alcanzan para llegar a fin de mes, y arroja luz sobre una realidad que cada día es más evidente en la Agencia de Colocación que gestiona Patim. “No todas las familias o grupos sociales se recuperan con la misma rapidez de la crisis o crecen en la misma proporción, cada día es más evidente que la recuperación es asimétrica”, aclara López y Segarra, “Especialmente entre la población en búsqueda activa de empleo o los procesos de inserción sociolaboral nos encontramos con personas que van acumulando un progresivo desgaste mental que limita todavía más sus posibilidades de encontrar una salida ante una espiral que amenaza su futuro inmediato”, aclara.

Desde Patim se reclaman nuevas ayudas para promover el empleo y abordar una profunda transformación en las políticas sociales para evitar que siga aumentando el número de personas que no pueden satisfacer sus necesidades de consumo básico por falta de recursos.

Informe completo

Argumentario