Ya han pasado 31 años desde que Felissa empezó en Patim. Forma parte del grupo de profesionales que impulsaron lo que hoy en día es esta entidad. Pocas personas en la sociedad actual son capaces de aguantar tanto tiempo en el mismo lugar. Y más aún en una entidad social, con las dificultades añadidas que supone trabajar con pocos recursos, haciendo frente a meses no remunerados y dando respuestas cuando la problemática interna se acrecienta junto a la realidad social. Su constancia ha sido uno de los principales apoyos de Patim durante mucho tiempo.

Felissa ha crecido y hecho crecer a muchas de las personas que hoy continúan aquí. Y es una referencia para gran parte de los pacientes que atendió. Ahora inicia una nueva etapa. Se jubila. Por ello, los pacientes de la comunidad terapéutica de Patim y el equipo de profesionales y voluntarios se han reunido para celebrar el inicio su nueva etapa .

Parte de lo que hoy es Patim sigue manteniendo su esencia. Feliz vuelo 17, Felissa.