El 30% de las personas que viven con VIH no saben que lo tienen, según los últimos estudios referidos a España. De ellas se origina casi el 60% de las nuevas transmisiones. Para romper esta cadena, una prueba sencilla y anónima ofrece una respuesta en menos de 24 horas. Basta con acudir al hospital o al centro de Información y Prevención del Sida (CIPS) más cercano.
El Ministerio de Sanidad informa que el pasado año se notificaron 3.278 nuevos casos de infección por VIH, prácticamente los mismos que en el 2012 (3.210), si bien un 46% de ellos se diagnosticaron de forma tardía, en línea con lo que viene sucediendo en los últimos tiempos. La Comunidad Valenciana se sitúa entre las primeras regiones en número de casos diagnosticados, siendo transmisión sexual la principal causa de infección, especialmente en hombres entre 30 y 40 años.
Para detectar si una persona es portadora de los anticuerpos del VIH lo más habitual es hacerle una prueba que se denomina ELISA (ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas). Se extrae una muestra de sangre que se envía a analizar al laboratorio. Los resultados estarán listos en una semana. Existe otra alternativa, la prueba rápida, que se realiza con la saliva y en menos de un día se resuelven las dudas. En caso de que se confirme la presencia de anticuerpos, habrá se efectúa una prueba de confirmación, el Western Blot.
Potenciar el diagnóstico precoz a través de los servicios de prueba rápida de VIH o mediante la generalización de la prueba es una alternativa que debemos apoyar todos los agentes implicados en sumar esfuerzos para frenar esta epidemia. Por ello, con motivo del Día Mundial del Sida -1 de diciembre-desde Patim exigimos un pacto social ante el estigma del VIH que aglutine educación, trabajo, salud y bienestar para “cerrar la brecha”, como recuerda Naciones Unidas.
El Plan Nacional del Sida ha establecido cuatro ejes sobre los que centrar la atención en los próximos años: avanzar para conseguir que la mitad de los diagnósticos que ahora son tardíos se detecten antes; seguir luchando contra la estigmatización de las personas con VIH/Sida; dar respuesta al aumento de las infecciones entre homosexuales, así como reforzar los recursos sanitarios y sociales para atender a los afectados que se están haciendo mayores.
En el caso de las personas con trastornos adictivos, muestran una mayor vulnerabilidad por infección de VIH que la población general. Este colectivo es especialmente proclive a la realización de prácticas de riesgo en lo que se refiere a la transmisión del VIH, sobre todo cuando se encuentran bajo los efectos de alguna sustancia.
En Patim esta realidad ha llevado a la diversificación de programas dirigidos específicamente a este colectivo afectado y de riesgo, con la finalidad de dar cobertura a los distintos signos y factores que favorecen la continuidad de la transmisión y al abordaje de las carencias que presentan a nivel físico, psicológico y social. Durante este 2013 se han desarrollado tres programas en CD y UO-Prevención:
