El número de personas que han solicitado atención en Patim se ha incrementado durante los últimos tres meses de forma significativa. Se ha experimentado un incremento en torno al 20% respecto al periodo comprendido entre julio y septiembre del año 2010. Un perfil en el que destaca la difícil coyuntura económica que atraviesan a nivel individual o familiar la mayoría de pacientes.
Desempleados que han agotado sus recursos económicos, las ayudas familiares y las prestaciones por desempleo; personas con problemas de abuso en el juego; pacientes con más de veinte años de consumo que acaban de recuperar la libertad o que en los últimos años habían comenzado a estabilizar su situación laboral son los colectivos más afectados. En la mayoría de casos, su principal inquietud es “encontrar un trabajo para sentirse útiles”.
Resulta complicado establecer una tipología común de pacientes que vaya más allá de su situación económica y el abuso en el consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas. “Se podría decir que utilizan las drogas como respuesta ante una situación a la que no le encuentran solución”, explica el presidente de Patim, Francisco López y Segarra. “No tienen trabajo y tampoco expectativas de encontrarlo a corto o medio plazo. Algunos llevan tiempo malviviendo en la calle pero también hay muchos cuya única fuente de ingresos es la pensión que recibe algún miembro de la familia”, añade.
Entre la tipología de pacientes se pueden encontrar padres y madres que tienen que hacer frente a cargas familiares, jóvenes inmigrantes, familiares de personas que hace tiempo estuvieron en Patim y drogodependientes históricos. “La demanda de asistencia que precisan supera muchas veces el marco de intervención que podemos ofrecer pero somos conscientes que en muchos casos somos la última puerta a la que pueden llamar cuando no tienen recursos”, concluye López y Segarra.
Patim, entidad fundada en 1985 y declara de "utilidad pública", cuenta en la actualidad con ocho centros en la Comunidad Valenciana y sus principales marcos de actuación son la intervención en adicciones tóxicas y no tóxicas, la integración laboral de colectivos considerados en riesgo de exclusión social así como la prevención y tratamiento de la violencia de género dentro y fuera del ámbito penitenciario.
